lunes, febrero 26, 2007

79 Entrega del Oscar: Hollywood para los gringos y premio de consolación a mexicanos.

Nuevamente la Academia de Hollywood nos ha recordado que el Oscar no es un premio a lo mejor del cine mundial, a pesar de ser el más famoso alrededor del globo. Es un premio de gringos para gringos, y de vez en cuando le dan chance a los demás de entrar a su juego, como ayer, que nos dejaron llevarnos un par de premios técnicos.

La noche del Oscar fue para festejar el éxito popular de uno de sus hijos más queridos, aunque nunca premiado, Martin Scorsese y para hacer ruido sobre la campaña ecologista de un ex-candidato presidencial, de ahí en fuera repartieron premios a todos los demás lo más parejo que pudieron, esperando que todo mundo quedara contento. No fue así, pero quien les quita su idea.

La mejor película fue Los Infiltrados, más para redondear el triunfo de Martin Scorsese que por merecimientos propios. Definitivamente Los Infiltrados no es la mejor película de este director, ni es tan buena como para haber triunfado sobre Babel o Las Cartas de Iwo Jima, incluso Little Miss Sunshine fue más original; pero sí era la más “gringa” o la más “hollywoodense” de las nominadas, y para ellos eso es todo lo que importa. Al demonio la objetividad.

Para colmo tuvimos que “chutarnos” los mensajes políticos y ecologistas de Al Gore, DiCaprio y compañía, a quienes dieron premios por canción y mejor documental. Más apapachos entre los gringos.

En lo que respecta a todos los mexicanos nominados, afortunadamente fueron 2 compatriotas los que recibieron el premio: Eugenio Caballero, por la mejor Dirección Artística, y Guillermo Navarro, por mejor Cinematografía, ambos trabajos por El Laberinto del Fauno. Y dicha película, que representaba a nuestro país, acabó con tres oscares (incluyendo Mejor Maquillaje), sólo detrás de Los Infiltrados que ganó cuatro. Sin embargo resultaron premios de consolación, ya que decidieron saltarnos como mejor película extranjera y dársela a los alemanes. Según Hollywood, el Laberinto tuvo la mejor cinematografía, el mejor maquillaje, el mejor diseño, las mejores críticas, la mejor taquilla, pero no fue la mejor película ¡¿?!. Que curioso.

Sin embargo lo importante es el reconocimiento que recibieron nuestros compatriotas en una industria tan cerrada. El que una película “mexicana”, en español, fuese la segunda película con más oscares, era un sueño imposible hace algunos años. Además, la transmisión internacional dedicó un espacio en particular para entrevistar a los tres directores, e incluso Ellen Degeneres habló de la presencia tan grande de mexicanos. Como dijo Cuarón en una entrevista previa: “Es padre estar nominado, pero Hollywood no debe ser la meta. La meta es hacer cine”.

Otro triunfo importante para Latinoamérica fue el segundo Oscar consecutivo para Gustavo Santaolalla por mejor música, ahora por Babel (el único Oscar de para esta película) y el año pasado por Secreto en la Montaña. Sin duda un trabajo extraordinario, y un galardón bien merecido.

Los premios a los actores, al igual que el año pasado, ya estaban más que cantados semanas antes de la premiación: Hellen Mirren como mejor actriz por The Queen, Forrest Whitaker por El Ultimo Rey de Escocia, Alan Arkin como mejor actor de reparto por Little Miss Sunshine y Jennifer Hudson como actriz de reparto por Soñadoras. Justo pero aburrido.

Ellen Degeneres, como la nueva conductora, estuvo bastante sosa, y no muy graciosa con sus chistes fingiendo que aprovechaba la ceremonia para hacer otras cosas menos conducir el programa. Me gustó más que los sketches políticos de Stewart el año pasado, pero estuvo muy por debajo de Steve Martin y Chris Rock (por mencionar algunos). Los números musicales no fueron muy buenos y en general todo estuvo frío. Lo más sobresaliente fue la intervención de un coro haciendo efectos de sonido de manera extraordinaria, y un grupo de bailarines creando sombras con sus cuerpos con motivos de diversas películas nominadas.

Una de las ceremonias más desangeladas de los últimos años, pero que nos causó gran expectación por la presencia de tantos latinoamericanos. Quizá el hecho de que una vez más nos ignoraran, sobre todo con películas de tan buena calidad, hizo que un servidor disfrutara mucho menos de los oscares que antes. Por una u otra cosa, no quedé satisfecho, pero vaya un aplauso y reconocimiento a nuestros compatriotas, los dos que ganaron y todos los demás, por unas nominaciones bien merecidas. ¡Felicidades!!!!

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