Decía yo que la industria del entretenimiento debe y puede hacer algo para combatir la piratería, y no sólo haciendo campañas para los consumidores, sino tomando conciencia de que en el mercado actual ya no pueden abusar de nosotros como antes.
El primer paso es el de ajustar los precios. Creo que es obvio para todos que los precios de los CD’s y DVD’s son puestos basándose en unas reglas de mercado antiguas. Antes podías sacar el producto al mercado con un precio elevado porque había expectativa por comprarlo, y ante una gran demanda se podía poner un precio elevado porque la gente estaba dispuesta a pagarlo. Este precio iba disminuyendo conforme disminuía la demanda. Pero hoy en día, ¿porqué querría alguien comprar el DVD de los X-Men III por $250 pesos, cuando puedo comprarlo original en la calle por $180, o clonado por $80, copiarlo yo mismo por aproximadamente $50 (el precio de la renta más el costo de los 2 DVD’s RW) o en el peor de los casos tenerla en VCD por $10 pesos mucho antes del estreno en cartelera?.
¿Por qué siguen usando este esquema de precios?. Seguramente porque quieren recuperar su inversión cuanto antes, y les vale gorro lo que pase después. Pero esto lo único que provoca es que les compremos menos a ellos y nos inclinemos más por el ahorro monetario que significa el producto pirata.
No pueden alegar que es por costos, porque las cuentas no salen. Hace poco salió al mercado el nuevo disco de Belinda, que costó 2 millones de dólares. A un tipo de cambio de $11 pesos, serían como 22 millones de pesos. El tiraje mínimo del disco sería de 500 mil copias (ya que el último disco de ella fue triple platino en México y platino en otros mercados). Dividiendo nos da que cada disco les costó $44 pesos aproximadamente, quizá menos si el tiraje es mayor. Su precio de lista es de $180 pesos, $140 en oferta. Eso significa una ganancia de más del 200%.
¿No es esto absurdo?. En el negocio de las Tecnologías de Información, cuando cierras un buen trato sales ganando el 25%. En bienes raíces, uno de los negocios más lucrativos, pero también más arriesgados y con ganancias a largo plazo, se está sacando el 100% de ganancia. Más del 200% es un abuso para el consumidor, sobre todo para una industria con problemas como la que estamos hablando.
Y eso es en la música. ¿Qué pasa con las películas?. Las películas ya están filmadas y ya estuvieron en cartelera para cuando sale el DVD. “X-Men III” ya recuperó lo que costó y generó ganancias en cartelera, ¿porqué el DVD tiene que ser tan caro, si no se gastaron mucho más en la generación del material extra y el diseño del DVD?.
Hace unos años le regalé a mi hermano el DVD de “Forrest Gump”. Como no había muchos tuve que pagar por él $280 pesos. El año pasado compré para mi colección exactamente el mismo DVD, en una promoción de conocida cadena de supermercados que vendió todas las películas de Tom Hanks a $69 pesos. ¡¡¡Una diferencia abismal!!!, y todavía de paso estoy seguro que la tienda obtuvo ganancia de mis $69 pesos ... no me van a decir que salieron perdiendo, porque en ese caso me la pudieron haber regalado en vez de vendérmela.
Ahora encontramos muchas promociones de este tipo, pero $99 pesos siguen siendo muy caros por un DVD que en unos meses más nos venderán en $69 y todavía les generará ganancia.
Yo, que me apasiona tanto el cine, tengo una colección en DVD bastante grande, pero sería muchísimo más grande si los DVD’s no fuesen tan caros o si ya me hubiese rendido a la piratería. Y es que esta actitud de los distribuidores nos arrastra, y entiendo a la gente que tiene menos escrúpulos que yo, o menos recursos, de que acudan a la piratería como solución a la necesidad de complacer un gusto o afición. Yo todavía lo estoy pensando ... por lo menos me he propuesto no consumir piratería de productos mexicanos.
La industria debe de decidirse. ¿Queremos ganarle el 100% a nuestro producto? Pues lo vendemos a $100 pesos si nos costó $50 (y aquí estoy exagerando, porque seguramente les cuesta mucho, mucho menos cada disco y DVD), y ya quien quiera ganarle menos que lo ponga en oferta, pero así nos aseguramos que quien lo quiera lo comprará original y no pirata, no sólo porque la calidad es mejor, o porque ayuda a la industria y a todas las familias que viven de ella, sino porque no estamos tratando de hacernos millonarios a costillas del consumidor.
Otra opción sería sacar versiones más económicas de la película. Con menos extras y menos adornos, pero con un precio accesible, como una opción contra el producto pirata. Pero hacerlo en el momento de la salida al mercado, no varios años después, cuando ya han recuperado su inversión (como está sucediendo con las nuevas versiones de CD’s de los 80’s y 70’s).
De que se puede, se puede. Sólo basta querer quitarle el zapato de encima al consumidor.
Otro asunto será ver si los que quieren el producto de verdad pueden adquirirlo aún a ese precio. Y de eso hablaremos en la siguiente ocasión.
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