Todos tenemos sueños. Y a la vez soñamos que cuando los alcancemos lograremos ser felices. Pero tenemos que entender que la jornada, el camino que seguimos persiguiendo esos sueños, y aún las amarguras que lo conforman, nos hace felices también.
Título: Golpes del Destino (Million Dollar Baby) |
Año: 2004 |
País: Estados Unidos |
Director: Clint Eastwood |
Reparto: Clint Eastwood, Morgan Freeman, Hilary Swank |
Million Dollar Baby (cuya traducción literal sería “La Nena del Millón de Dólares” y que a alguna mente “brillante” se le ocurrió llamarle Golpes del Destino) nos lleva a una jornada de sueños, amistad y redención para tres típicos “perdedores” desubicados: Frankie Dunn (Clint Eastwood), un avejentado manager de boxeo, dueño de un gimnasio, que sueña con llevar a alguno de sus muchachos a ganar el campeonato del mundo; Maggie Fitzgerald (Hillary Swank), una mesera que está dejando atrás sus años mozos y cuya única esperanza en la vida es llegar a convertirse en boxeadora; y Eddie Dupris (Morgan Freeman), un ex-boxeador que nunca alcanzó la gloria y ahora cuida del gimnasio de Frankie. El encuentro de los tres hará que sus vidas, y sus esperanzas, cambien para siempre.
A simple vista pareciera que se trata de otra de esas películas donde el gran maestro lleva a su pequeño pupilo a alcanzar la gloria. Y en muchos sentidos así es. Pero lo que comienza como una película sobre la gloria, también se convierte en una película sobre la amistad, la redención, las relaciones familiares, y el verdadero significado de alcanzar tus sueños y la felicidad.
No puedo profundizar más en estos comentarios porque tendría que hablar más sobre la trama, sin embargo existen aspectos de la misma que les conviene no saber para poder disfrutar de ella plenamente. Les recomiendo sobremanera que, si van a leer o escuchar críticas acerca de la película, tengan mucho cuidado de que no les cuenten aspectos de la trama.
Sobre quién si debemos abundar es sobre Clint Eastwood. Es uno de esos productos raros de Hollywood. Durante su carrera de actor siempre estuvo encasillado en el papel del tipo duro. Empezó a dirigir, y sus películas eran también películas de acción y policíacas sin mayor pretensión. Pero el mismo Clint, como su personaje, tenía otros sueños en mente y se decidió a buscarlos. A partir de Bird, nos dejó ver que estaba interesado en hacer un cine diferente del que siempre trabajó. Alcanzó la gloria con su trabajo en la extraordinaria Unforgiven (Los Imperdonables), con un Oscar al mejor director y mejor película. Después regresó a las películas policíacas y de acción, y parecía que había dado lo mejor de sí. Sin embargo volvió a resurgir con otro buen trabajo en el 2003, Mystic River (Río Místico), una buena realización que llevó a dos de sus protagonistas, Sean Penn y Tim Robbins, a ganar el Oscar también.
En 2004 nos demuestró que como director, está en el mejor momento de su carrera.Clint Eastwood produce, dirige, actúa y musicaliza una película sólida, cálida e intima, que dentro de su sencillez se alza como una película de autor, muy diferente de lo que se hace en Hollywood hoy en día, y aún así, dirigida a su público. La película se filmó en 27 días, pero hay mucho cariño y dedicación puestos en ella y eso se refleja en la pantalla.
No se trata de una película llena de derroches técnicos o grandes ambientaciones, pero logra establecer la atmósfera adecuada para adentrarnos en este mundo del boxeo de escasos recursos. Y mucho del éxito para llevarnos ahí se debe a las excelentes actuaciones de sus protagonistas. Clint nos entrega, según muchas personas, la mejor actuación de su carrera. En realidad el papel se acomoda mucho al Clint Eastwood que siempre hemos visto, y nos demuestra lo cómodo que se siente en estos roles. La química que tiene con Morgan Freeman, que ya se sentía en Los Imperdonables, es fabulosa, y todas sus escenas juntos son memorables, aún cuando estén hablando de temas completamente triviales. Y ni que decir de Hillary Swank, quien hace una interpretación magistral. De verdad podemos sentir la angustia interna de su personaje y los grandes deseos de ser alguien más.
Es la historia de estos personajes, y la manera en la que se van entrelazando, lo que guía a la película y su trama por sus distintas facetas, haciéndola mágica y conmovedora.
Yo creo firmemente que lo que hace una buena película no es la perfección en todos sus aspectos, tanto técnicos como artísticos, sino que la combinación de ellos nos atrape, nos llene tanto la vista, como la imaginación y el alma. Por ello considero que, si tenemos que elegir una película como la mejor del año, esta sería Million Dollar Baby, que obtiene su grandeza de esta combinación que nos atrapa.
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